Orgullo tucumano: Una monteriza ganó una beca para estudiar danza en Nueva York
Se trata de Gimena Racedo, adolescente de 14 años, alumna de la Escuela Normal de Monteros, quien viajará a Estados Unidos para continuar su formación artística.
La danza la eligió desde que era una niña, y hoy esa pasión la lleva a cruzar fronteras. Gimena Racedo, una joven monteriza de 14 años, fue seleccionada para formar parte de un exclusivo programa de perfeccionamiento en la ciudad de Nueva York, donde entrenará con maestros de renombre internacional gracias a una beca otorgada por la prestigiosa American Academy of Ballet.
Gimena comenzó su camino en la danza clásica a los 4 años de edad junto a la profesora Sofia Zurita, con quien continúa formándose actualmente. En 2024, participó de un proceso de selección con el fin de ingresar al “semillero” de bailarines que fundaría el ente cultural de la provincia, la Escuela Taller de Danza (ETAD), con funcionamiento en el Centro Cultural Juan B. Teran, donde continúa sus estudios a cargo de un equipo de profesores entre ellos Beatriz Labatte. Además, asiste a la escuela de ballet “cascanueces”, a cargo de Franco Gerez y Karina Macias.
En octubre del 2024, participó en los “Performance Awards” del American Academy of Ballet, una academia con prestigio mundial con sede en Nueva York, Estados Unidos, con el acompañamiento de quien la formó desde sus inicios: Sofia Zurita. En dicho evento fue donde obtuvo la beca que le permitiría viajar en 2025 a vivir una experiencia única, donde compartirá por 2 semanas con bailarines de todo el mundo, nutriendo su danza de maestros de alto nivel. Las instalaciones de la escuela donde se hospedará son el campus universitario de la Universidad de Nueva York, por lo que la experiencia será enriquecedora en todos los aspectos.
Los días de Gimena inician con su asistencia a la escuela Normal, por el turno mañana. Por la tarde, viaja a la capital tucumana, donde asiste a los diferentes estudios de ballet anteriormente mencionados, promediando 4:30hs de entrenamiento al día. Además, encuentra tiempo para asistir a Stratford, instituto de lengua inglesa de Monteros.
“Desde que tengo memoria, la danza ha sido parte de mi vida” asegura Gimena. Comenzó siendo muy pequeña, pero, con el tiempo, ese hobby se transformó en una pasión firme, y más adelante, en un compromiso profundo. Su objetivo es claro, absorber conocimiento con cada experiencia que se le presente. No se trata solo de mejorar la técnica, sino de ampliar la mirada, de desafiar sus límites y de enriquecerse a través de cada devolución.
Tomar clases con maestros de diferentes partes del mundo, cada uno con su propio enfoque, su cultura, su historia y su forma de enseñar, será un intercambio fundamental para convertirse en la bailarina que quiere llegar a ser.
Gimena, asegura que esta experiencia la llenará de coraje, ese valor que se necesita para seguir eligiendo el arte una y otra vez. Este proceso no solo le permitirá mejorar como intérprete, sino también crecer como persona. Y si algo tiene claro, es que no quiere dejar de aprender nunca.
La historia de Gimena es la de muchas niñas y adolescentes del interior del país que sueñan en grande, pero que además trabajan sin descanso para alcanzarlo. Su beca no es solo un reconocimiento a su talento, sino también a su entrega y sacrificio diario, a sus viajes, a sus horas de ensayo, a su disciplina. Es también un orgullo para Monteros, que ve en ella una embajadora cultural y una inspiración para las nuevas generaciones.
