La transformación de ANSES en Monteros: "Un Estado presente para los ciudadanos"
Una oficina nacional que abrió las puertas a los sectores más vulnerables de la comunidad tucumana y especialmente a monterizos.
Con la llegada de un nuevo gobierno en el año 2019, las oficinas nacionales tuvieron nuevos rumbos. Una de ellas fue la entidad de ANSES, que pasó de ser una oficina donde solamente se recepcionaba documentación, a un lugar donde el tramite que se inicia, culmina en el mismo lugar, salvo contadas excepciones.
"Soñaba con una ANSES más humano, de zapatillas, siempre digo que detrás de un trámite hay una historia de vida", dice José Tripollini, quien llegó al lugar siendo uno de los gestores culturales más importantes del interior tucumano. Su llegada fue mirada de reojo por cierto sectores de la sociedad y hasta a veces con críticas despiadadas. Pero a medida que iban transcurriendo los meses, esas voces se fueron apagando, hasta convertirlas en agradecimientos.
"El reconocimiento de aportes por tareas de cuidado dónde miles de madres argentinas se jubilaron; el plan de pago de deuda previsional para jubilarse; cientos de vecinos accedieron a la jubilación anticipada; miles de niños fueron incorporados al beneficio de asignaciones familiares; miles de trabajadores y jubilados accedieron a la línea de créditos ANSES; IFE, Refuerzos de Ingreso, Becas Progresar, entre muchas otros, dan cuenta de que se trabajó con la mirada puesta en dignificar y ayudar y sostener a quienes más lo necesitan, en esta gestión siempre el estado estuvo presente", dice el ahora ex jefe de ANSES Monteros.
"Hay una historia de vida", dice José, y si. El boca a boca de la atención personalizada en ANSES Monteros, comenzó a recorrer la provincia. "A este lugar comenzaron a llegar personas de Santa Ana, Taco Ralo, Los Ralos, Simoca, Tafi del Valle, El Mollar, Bella Vista, y de un sinfín de parajes tucumanos, a todos le dimos una solución a sus necesidades" afirma. "Fue muy gratificante poner el Estado para cada uno de los ciudadanos monterizos y de la provincia", expresa con un ya tono de nostalgia.

"Muchas veces llegaba gente que no había podido acceder a un turno y venía desde muy lejos. A ninguno de ellos se les cerró la puerta, hicimos espacio porque sabemos las dificultades que a veces genera el sistema. Mi celular siempre fue público y contesté todos los mensajes que pude, siempre con buena disposición".
"Nunca tomé una licencia, y cuando tuve la posibilidad de hacerlo, abríamos las oficinas los sábados. Llevamos a cabo operativos sin precedentes, y con todo ese esfuerzo pudieron llegar a jubilarse personas que lo necesitaban, que trabajaron toda su vida en pésimas condiciones y ahora estaban olvidadas", explica.
Cambios profundos y transformadores

Tripolloni llegó del ambiente de la cultura monteriza, pero también tuvo su paso como Concejal de Monteros en el periodo 2003 - 2007. Los colores grises de las frías oficinas, comenzaron a llenarse de alegría con pequeños cambios, influencia de su mirada con respecto a los espacios dónde uno trabaja. AMurales conmemorativos, música en vivo para aquellos abuelos que esperaban su turno para ser atendidos.
"Vengo de un mundo dónde siempre hubo expresiones culturales, empezando por mi padre, además tengo muchos amigos artistas y quise hacer de este lugar, una oficina distinta. Quería que los que viniesen, disfrutaran al entrar, como dice León Gieco 'La cultura es la sonrisa' ".
El lugar no solo se había transformado en una mera oficina para realizar tramites burocráticos, sino que también en un sitio acogedor, con música, pinturas y otras expresiones culturales. Si, también hubo muestras itinerantes de las más variadas.
"Trabajé y trabajo desde el primer día con el mismo entusiasmo, con las mismas convicciones, con el mismo deseo de justicia social", sostuvo.
En el medio todas esas tareas, José había pasado momentos tristes y dolorosos. "Sufrí la muerte de mi padre, sufrí un accidente en el cual casi me cuesta la vida, y fui asaltado violentamente junto a mi madre en la casa familiar. Nada de esto me amedrentó, nada hizo que quisiera perder las esperanzas en que puede existir una mejor sociedad, más equitativa y dónde la Patria siempre es el otro".
Por último, agradeció a todas las personas que confiaron en él, desde la Directora Ejecutiva de ANSES, Fernanda Raverta, hasta el último trabajador y jubilado que llegó a las oficinas, pasando por funcionarios y amigos.
"Me siento contento, creo que fui fiel a mis ideales, creo que puse todo de mí por hacer mi trabajo de la mejor manera, reducir una evidente brecha entre la gente y la institución, agilizar trámites que no podían hacerse eternos".






