Un monterizo junto a un equipo de profesionales desarrolló un invento único en el mundo
Synchromax, es un dispositivo desarrollado por el equipo médico que comanda el Dr. Daniel Felipe Ortega, y en donde el monterizo Emilio Logarzo, médico cardiólogo especializado en Electrofisiología (UNT – UBA – UNLP), trabaja desde hace 12 años desarrollando esta especie de GPS del corazón.
“Este es un dispositivo que se conecta al paciente para la evaluación de la parte eléctrica del corazón, que permite comprobar de manera no invasiva y en pocos segundos el grado de sincronía interventricular antes, durante y después del implante de un marcapasos, un cardiodesfibrilador (CDI) o un resincronizador (TRC)”. Expresa Logarzo a MONTERIZOS.
“Nosotros desarrollamos este equipo que nos guía para ubicar el marcapasos, en un lugar preciso, tratando de evitar un perjuicio al paciente”. El profesional destacó que este equipo ganó el Primer Premio de Electrofisiología Cardíaca del 16° Congreso Mundial de Arritmias en 2019.
“Todo está coordinado para que el corazón se contraiga de manera sincrónica a través de un sistema eléctrico que tiene en su interior y que le permite eyectar la sangre que el organismo necesita, como si fuera una bomba”, y agrega que “tiene que tener esta actividad eléctrica y de forma coordinada”.
“Si el sistema, por el paso de los años o por alguna enfermedad comienza a fallar, se puede alterar ese circuito y generar una contracción no sincrónica. En esos casos, se colocan marcapasos para corregirla”.
El desarrollo de todo este equipo se hizo en la Clínica San Camilo de Buenos Aíres, donde Logarzo forma parte, y en el que Dr. Ortega ya tiene más de 70 patentes y es unos del top 100 dentro de los inventores en el mundo.
Actualmente el monterizo es encargado de Electrofisiología Invasiva e Implantes de Dispositivos, Trainer en técnicas de implante de dispositivos de estimulación cardíaca fisiológica.
El profesional de nuestra ciudad ya forma parte del selecto grupo de los innovadores, y con este invento junto a su equipo, ya forman parte de la historia de la medicina mundial.
