Restaurarán la Parroquia Nuestra Señora del Rosario con apoyo provincial y municipal
El histórico templo, que cumplió 245 años y es corazón espiritual de la ciudad, será sometido a trabajos de refacción, pintura e iluminación. La iniciativa cuenta con el respaldo del gobernador Osvaldo Jaldo y del municipio.

La Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Monteros, con 245 años de historia, será restaurada con obras de refacción, pintura e iluminación. El proyecto se concreta con apoyo de la Municipalidad local y el Ministerio de Gobierno y Justicia.
La Parroquia Nuestra Señora del Rosario, templo central de Monteros y emblema de la fe católica en la ciudad, será restaurada gracias a un plan de obras conjuntas entre la Municipalidad de Monteros y el Gobierno de la Provincia. El anuncio fue realizado esta mañana durante una visita al templo encabezada por el ministro de Gobierno y Justicia, Regino Amado y el intendente Francisco “Panchito” Serra, quienes dialogaron con el cura párroco Jorge Micheloud.
El proyecto contempla refacciones edilicias, trabajos de pintura e instalación de un nuevo sistema de iluminación, con el objetivo de que la iglesia recupere su esplendor de cara a las fiestas patronales en honor a la Virgen del Rosario, que se celebrarán en octubre.
El ministro Amado subrayó que los trabajos son posibles gracias al apoyo incondicional del gobernador Osvaldo Jaldo, quien dispuso los recursos necesarios para concretar la iniciativa. “Nuestra parroquia quedará nuevamente hermosa para celebrar a nuestra querida Virgen del Rosario en el mes de octubre”, afirmó.
Por su parte el intendente Serra dijo: “Este templo, que acaba de cumplir 245 años y que custodia la devoción por la Virgen desde el milagro de 1719, es testigo de la historia, la fe y la identidad de los monterizos. Con estas obras buscamos que luzca renovado y preparado para los grandes festejos”, destacó el intendente Serra.
El cura párroco Jorge Micheloud transmitió su agradecimiento en nombre de la comunidad de fieles y resaltó que la restauración es un gesto que honra la historia de un templo que ha acompañado la vida de generaciones enteras de monterizos, siendo escenario de bautismos, confirmaciones, matrimonios y celebraciones comunitarias.
En vísperas de los festejos patronales, la obra se presenta como un símbolo de trabajo mancomunado entre la fe, el municipio y la provincia, que permitirá que Monteros luzca con orgullo uno de sus principales patrimonios históricos y espirituales.