Jugó al vóley en Social y hoy es figura en el rugby del continente: el camino del monterizo Benjamín Garrido
Benjamín Garrido, exjugador de vóley de Social Monteros, es figura en Tarucas y jugará este sábado en Brasil por el Súper Rugby Américas.
A los 21 años, Benjamín Garrido atraviesa el mejor momento de su carrera deportiva. El joven monterizo, que supo destacarse como armador en el vóley de Social Monteros e integrar el seleccionado tucumano Sub-14, hoy brilla como pilar en Tarucas, la franquicia del NOA que disputa el Súper Rugby Américas. Este sábado, buscará mantener vivas las esperanzas de clasificación a semifinales cuando su equipo enfrente a Cobras en Brasil, por la penúltima fecha de la fase regular.
La historia de Garrido combina disciplina, pasión familiar y talento natural. Formado en Huirapuca, donde también jugó su padre Rafael, Benjamín volvió al rugby a los 17 años, luego de una etapa como voleibolista. “Arranqué con un grupo de amigos, y me encantó. Pero en 2021 regresé al rugby y desde ahí no paré más”, explicó. El regreso incluyó una evolución técnica notable, producto de su paso por el vóley, que le dio agilidad y control de pelota poco habituales en un primera línea.
Benjamín alterna entre la concentración semanal en San Miguel de Tucumán y los fines de semana en su querido Monteros. Allí, comparte con su familia, clave en su desarrollo, y reflexiona sobre su crecimiento: “Tarucas es mi primera experiencia profesional. Estoy aprovechando todo al máximo. Se armó un grupo muy lindo y eso también ayuda mucho”. En el plantel no pasa desapercibido: su potencia en los scrums, su despliegue físico y su actitud, lo destacan entre los forwards.
El apellido Garrido no es nuevo para el rugby, y tampoco para Huirapuca. Rafael, padre de Benjamín, también fue pilar del equipo de “La Perla del Sur” y llegó a vestir la camiseta de los “Naranjas”. Su tío materno, Pablo Albornoz, todavía juega en “Huira”, cita el diario La Gaceta.
Sin embargo, durante años Benjamín se destacó en otra disciplina que también tiene historia en su familia: el vóley. Su abuelo, José “Sapo” Albornoz, fue armador de Social Monteros entre las décadas del 70 y del 80. Y en ese mismo puesto, Benjamín se desempeñó durante años en el mismo club.
De cara al choque con Cobras, Garrido es claro: “Queremos ganar y sacar todos los puntos posibles. Estamos enfocados en eso”. El equipo tucumano necesita una victoria para llegar con chances a la última jornada del torneo. Y aunque no se deja llevar por los sueños a largo plazo, reconoce: “Ser Puma sería un orgullo enorme, pero todavía falta mucho. Lo que puedo prometer es que siempre voy a dar el 100%”.
