Tafí del Valle sufre una serie de hechos delictivos a numerosas viviendas de la zona de La Quebradita. Propietarios de zona denunciaron una creciente ola de robos, amenazas y daños a la infraestructura, además de la invasión de animales, en particular caballos, en las cercanías de sus hogares.
"El problema es que en el 'Valle' hay un ambiente de impunidad judicial, donde cualquiera puede entrar, usurpar, destrozar y llevar animales". "Estos creen que son los dueños de todo y que los veraneantes y estancieros, como despectivamente nos llaman, son los que les han robado", expresó T.L., uno de los afectados.
M.C. relató que el 7 de septiembre pasado, desconocidos ingresaron a su propiedad, cortando sus plantas a machetazos y dañando sus sistemas de riego. Además, denunció que experiencias similares ocurrieron en la casa vecina, donde arrancaron caños y destruyeron plantas en el patio. "Lamentablemente, no pude volver desde julio debido a problemas familiares. En ese mes, alrededor de la 1:30 a.m., estando sola con dos niños, llegaron a mi galería y nos aterrorizaron con punteros láser de colores, apuntándonos desde afuera. Ellos nos veían, yo no podía distinguirlos por la oscuridad. Cerré las cortinas y llamé a la Policía. Vinieron, inspeccionaron todo el terreno, pero no encontraron rastro alguno", declaró.
Los propietarios señalaron que, más allá de los robos, los incidentes más frecuentes son las intrusiones ilegales en sus hogares, donde los delincuentes aprovechan para causar daños a sus propiedades y bienes. También han mencionó la continua invasión de animales que arruinan sus cultivos. "Al parecer, hay una banda en la zona dedicada a causar daño. En mi casa entraron dos veces a la galería y al quincho, rompieron faroles, enchufes, macetas y cortaron cactus, arrojándolos al suelo de la galería. En mi caso, no robaron, solo causaron daños", expresó C., otra víctima de estos hechos violentos. "También me pasó que hace unos meses rompieron los alambres y metieron caballos en el terreno, que son parte de la manada que deambula por la zona y que cada vez es más grande", añadió. Cuando denunció el incidente, le solicitaron fotos de los animales dentro de la casa para su identificación, "pero cuando la persona que cuida la casa fue a mostrarlas, los animales ya no estaban; los habían sacado. Aparentemente los introducen de noche", dijo
"Hace unos días, encontramos un caballo muerto en nuestro terreno. Al enterarme de esta situación, envié a alguien para retirar al animal y enterrarlo por razones de higiene mínima. Cuando llegaron, el animal ya había sido retirado, probablemente por sus dueños, quienes asumieron que nosotros lo habíamos matado. Como acto de venganza, destrozaron todos los faroles del jardín y los vidrios de las ventanas", relató S.O.R. P.C., por su parte, vivió una experiencia similar en su casa, donde un grupo de personas cortó su alambrado y dejó entrar animales. "Se comieron todos los frutales y destruyeron todas las plantas, además de romper una cañería de agua; causaron un daño terrible", lamentó.
La presencia de animales en terrenos ajenos, además de causar problemas a los propietarios, obligaron a los vecinos a invertir dinero en la modificación de la fachada y la entrada de sus propiedades para evitar futuras agresiones, aunque hasta ahora, sin éxito. "Respecto a la manada de caballos, que cada vez es más grande, la he sufrido durante muchos años. Este verano decidí traer una topadora a mi propiedad y construir un muro de piedra para evitar su acceso. Ahora, cortan los alambres que compartimos con mis vecinos y los dejan entrar por allí. Lo que más me preocupa de este problema es la violencia. No me siento segura quedándome sola con los niños", confesó M.C.
Miedo a denunciar
La mayoría de los afectados manifestaron que no solo temen represalias si denuncian estos incidentes, ya sean ellos o sus cuidadores, sino que están convencidos de que, en su ausencia, los daños empeorarán. Por esta razón, sus nombres se mantienen en el anonimato en esta nota. "Nos sentimos totalmente desamparados, y nuestros cuidadores de casas están aterrados cuando realizamos denuncias, porque lamentablemente, ellos se quedan allí. Mi empleada no irá a limpiar si su esposo no la acompaña", señaló J.L.
Es por esta razón que la Policía registra muy pocas denuncias de vandalismo en la zona de La Quebradita. Según el comisario Franco Herrera, jefe de la jurisdicción de Tafí del Valle, solo se han registrado dos denuncias de incidentes ocurridos en esa área, una en septiembre y otra en octubre. "Se trata de casas de verano, donde individuos de mala vida aprovechan la ausencia de los residentes para ingresar a las viviendas. En muchas ocasiones, estas casas están ubicadas en zonas de difícil acceso debido a la falta de urbanización, lo que dificulta nuestra respuesta", explicó.
Herrera destacó que el principal desafío en la investigación de estos casos es el tiempo que transcurre desde que los propietarios se enteran de que han sido víctimas de un ataque. "Con frecuencia, los propietarios visitan sus casas cada dos o tres meses, y solo entonces se dan cuenta de que han sufrido intrusiones. Como resultado, no tenemos una fecha exacta de cuándo ocurrió el incidente. Esto complica nuestra labor investigativa, ya que partimos de una posición muy desfavorable", afirmó.
También subrayó la importancia de presentar denuncias y alentó a los afectados a no tener miedo a sufrir represalias de ningún tipo. "Dado que solo hemos recibido dos denuncias, no consideramos que esta zona sea objeto de ataques diarios. Estamos trabajando y llevando a cabo operativos de allanamiento en otras áreas donde se han producido situaciones similares, como Ovejería y La Banda, donde se han incautado objetos robados de casas de verano y se ha confiscado un automóvil utilizado por un grupo de personas para transportar lo robado.
Sin embargo, estos casos ocurrieron en zonas opuestas a La Quebradita. Por lo tanto, es fundamental que la gente presente denuncias formales para obtener cifras oficiales, tomar medidas apropiadas y dar intervención a la Fiscalía", concluyó.