El diseñador y modisto de las estrellas visitó a las randeras de El Cercado y se asombró de su habilidad y creatividad, al punto que propone su enseñanza en las escuelas.
La idea es ambiciosa. El Ente Cultural de Tucumán quiere que la tradicional randa tucumana, esa centenaria técnica de entrecruzar finos hilos hasta transformarlos en pequeñas obras de arte del tejido, se luzcan en los vestidos más costosos del país, como una forma de atravesar fronteras y compartir estéticas.
Con ese objetivo llamó a uno de los grandes referentes de la moda en Argentina. A sus 80 años, Gino Bogani es un consagrado en el diseño de la alta costura. Con una trayectoria de más de seis décadas, su creatividad seduce a grandes personalidades del espectáculo, la política y la comunicación.
Mirtha Legrand, Susana Giménez, Valeria Mazza y Juana Viale, son sólo algunas de las figuras públicas que se rindieron a su talento. También las hubo estrellas internacionales, como Sophia Loren, que vistieron sus creaciones. Premio Konex 2022 en la categoría diseño de indumentaria, es abanderado de un estilo único y personal.
Con ese antecedente, las randeras de El Cercado (Monteros) recibieron en su pueblo al maestro quien les habló con la sencillez, el conocimiento y la generosidad de los que se hicieron a sí mismos con esfuerzo y pasión. Bogani reconoció justamente esos mismos rasgos en la labor de las artesanas.
“Estoy contento, porque veo un trabajo artesanal que lleva mucho tiempo, dedicación y amor para que salgan bien las cosas. ¡Si se pudiese aplicar esto a todas las disciplinas! Digo a todas. Este es el amor de las randeras, que son adorables”, sostuvo.
“No me sorprendió ver la calidad de los trabajos, sino con que poca vanidad lo hacen. Aunque la vanidad a veces es buena. Pero cuando es fatua, es entonces patética. La vanidad de algo que está bien hecho, la entiendo, la comparto y la respeto. Estoy entusiasmado con lo que mostraron”, agregó el diseñador, que nació en 1942 en Libia (en el norte de África) y vivió en su juventud en Mar del Plata.
Se reunió en el Complejo Deportivo de la comuna local con 30 integrantes de la Cooperativa de Randeras de El Cercado. Fue “una primera aproximación en un proceso que apunta a colocar a la randa dentro del circuito de la alta costura, la moda”, explicó Martín Ruiz Torres, presidente del Ente Cultura.
“Era fundamental que Gino viniera a este lugar a conversar con las artesanas y a tocar el producto. Es un hecho muy auspicioso. Él ahora se lleva un par de metros para aplicarlos en sus diseños”, apuntó el funcionario, quien resaltó que el reconocido visitante no cobra honorarios por ningún concepto por la labor.
Bogani y Ruiz Torres fueron recibidos en el Complejo Deportivo por el comisionado comunal Carlos Juárez. Con un toque permanente de humor (bromeó sobre la siesta de los tucumanos, que no existe en Buenos Aires), el diseñador charló con las artesanas, recibiendo información sobre los trabajos y aportando su conocimiento. La visita continuó ayer con una entrevista con diseñadores locales y hoy regresará a la Capital Federal.
¿Qué posibilidades tienen las randas de ser incorporadas en el mercado de la alta costura?. “Todo depende de cómo se puede hacer una presentación de valorización. Es que las carpetas, que son la esencia del trabajo de estas randeras, son un producto que comercialmente no es interesante. Así pues hay que producir algo que sea tentador para el cliente. Además todo tiene que ser más simple y fácil”, expuso Bogani.
En un momento de la explicación de una randera sobre el minucioso y largo tiempo que demanda hacer un trabajo, el modisto preguntó risueño: “¿aquí hay una industria de la paciencia?. Los encajes existen desde el siglo pasado, como los venecianos. Catalina de Medici se encargó de llevar desde Florencia a Francia, cuando fue elegida reina, los encajes que después se desarrollaron. Así se hicieron famosos los de Lyon. También llevó las comidas. Esa fue una manera de hacer promoción, como la que estoy tratando de hacer ahora yo”, sostuvo.
Bogani insistió en que “a los artesanos hay que cuidarlos y estimularlos, porque son los que están en vía de extinción”. “Hay que promover -insistió- todo lo que es artesanía espontánea”.
En plan de estimular la actividad, consideró valioso que las autoridades educativas incorporen en los programas de enseñanza, y como materia obligatoria, el arte de tejer randas. “No se puede extinguir algo tan valioso en la cultura de un pueblo. Por eso hay que apuntar a los jóvenes. En los colegios se tiene que poner una hora de tejido, tanto para chicas como para chicos. No todos se van a plegar a esta actividad, pero algunos sí lo harán y eso ya es un logro”, remarcó.
Claudia Noemí Aybar, titular de la Cooperativa de Randeras, reconoció que la institución recién se formalizó hace pocos meses, con 30 integrantes, aunque vienen agrupadas desde el 2000. Fue ese año cuando, con el propósito de reunir fondos, comenzaron a organizar una peña folclórica. Ahora es el Festival de la Randa, que integra la agenda de los espectáculos anuales del interior. Su fundadora fue Mónica Sosa.
“La visita de este maestro del diseño nos llena de orgullo y de optimismo. Seguramente, por su influencia en el mercado de la moda, va a contribuir a fin de que nuestros trabajos sean incorporados como parte de los diseños de la alta costura”, dijo Claudia.
“Es una artesanía que nos identifica y que está teniendo buena salida al mercado. Ahora somos más reconocidas. Incluso ya estuvimos trabajando con algunos diseñadores. Hemos estado en exhibiciones que se hicieron en México y Chile”, concluyó la randera. (La Gaceta)