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28 Ene 2021

Una joven monteriza relató el padecimiento de trabajar en un bar de Tafí del Valle

Verano, Tafí del Valle, trabajo en un bar ¿Qué puede salir mal? La gente suele estar distendida, disfrutando y el buen humor reina en el valle turístico. Sin embargo, una joven monteriza dio a conocer el padecimiento que le significó a ella y a sus compañeros trabajar como moza en un bar.

Desorganización, mal trato que implicó denigramiento, hacerse cargo de cuestiones que no correspondían a su rol, bajo la tensión constante de un ambiente laboral viciado por el autoritarismo, la violencia verbal, psicológica y en riesgo sanitario constante.

Julieta Bravo Sayoud inicia su relato y descargo en su cuenta de Facebook pidiendo disculpas a la clientela "si en algún momento me tocó atenderlos en 'los Castaños Tafi del Valle', me disculpo si me demoré, si mi cara no era la más simpática, si no estuvieron conforme con mi atención, de lo que sea, me disculpo"

Luego Julieta devela un sinfin de episodios que vivió en su trabajo, rol en el cual ella ya tenía experiencia y que, por animarse a reclamar, fue despedida. "Detrás de mi delantal y un barbijo que yo compré hay una persona, un ser humano que pasó por 15 días de horror….".

La joven explica que solo eran 9 mozos para atender "a 1000 o más de 1000 personas sin ningún tipo de equipo de protección ni protocolo de bioseguridad" indica, dando cuenta de una grave irregularidad sanitaria.

Pero los problemas no quedaron ahí: "durante el día teníamos que aguantar el maltrato de 'compañeros', que por ser amigo, novia, conocido, de nuestro 'superior' se veían con el derecho de tratar mal a los demás compañeros, en cualquier error eran gritos o ya te tenías que llevar la mala cara, y si no eras vos quien te equivocabas también".

"nunca (al jefe de cocina) se le podía hacer algún reclamo de algo porque ya eras vos el pelotudo, y él era quien dejaba salir los tostados con pan viejo, media feta de jamón y una de queso que por supuesto la gente lo entregaba, pero siempre era de terror ir a la cocina a devolver algo que él, como jefe de cocina, tenía que ver que las cosas salgan bien".

Comida en mal estado y pasar sed por horas

La joven revela que además de la mala presentación de los platos para los clientes, los trabajadores también padecieron la mala alimentación recibida. La comida para ellos formaba parte del acuerdo, como también contar con dispenser de agua, pero "nunca apareció, y nos tocó días estar desde las 4 de la tarde hasta las 1, 2 de la mañana sin tomar NADA de agua, y las veces que tomé, era agua del caño, y si era potable o no, no sé ni me importaba, porque era lo único que podías tomar".

Sobre la alimentación recibida afirma "cuando terminábamos de trabajar y acomodar 2am en adelante, se los digo con las palabras más reales aunque me de pavura escribirlo, de los 15 días que estuve ahí dos veces comí decente, [...] una noche mis compañeros comieron una milanesa que, cuando se dieron cuenta, la abrieron y tenía mucho olor desagradable, y hasta que se dieron cuenta ya le había agarrado un ataque al hígado a una de las chicas que trabajaba conmigo. [...] más impotencia daba verlos a mis compañeros comerlo porque no les quedaba otra, gente grande, que ni con ellos tuvieron un poco de respeto".

"Se escuchaba quejas como 'tengo que cocinar para el personal de mierda'. Horas muchas horas trabajando sin agua, comiendo menos que sobras, siendo violentadxs y maltratadxs verbalmente. Esas cosas eran imposibles que no te dañen en lo emocional, era sentirte mal en la hora de comer, en la hora del trabajo, sentir que te trataban como no se debería tratar ni a un animal, gente que fue con el mismo propósito de uno, ver como se aprovechan de la necesidad ajena es impresionante".

La joven refiere incluso que hasta le descontaron plata de su sueldo por aquellos clientes que se fueron si pagar, cuando el sistema no estaba bien organizado. "Así que por esos 15 días de horror terminé recibiendo $4000, trabajé 94 horas gratis!!!!!! A nosotros nos pagaban como un bar, no como este evento/boliche o como sea que se llame".

Animarse a reclamar y recibir como respuesta el despido

"Cuando era el día para pedir el aumento me dejaron sin trabajo, porque me encargué de hablar con las personas que no estaban cuando se habló del aumento en el lugar y yo ya era la supuesta "cabecilla", cuando con mis compañeros coincidíamos en todas mis quejas, solo que yo lo hacía saber Y NO ME ARREPIENTO!!! Y ni hablar de nuestro encargado que estaba para solucionar algún problema, cuando tenías alguno, se daba la vuelta y se lavaba las manos, JAMAS NOS SOLUCIONÓ NADA. Están acostumbrados a pisar las cabezas, a cagarse en el trabajo de los demás, se burlaron de mi, jugaron con mi tiempo, y menospreciaron mi trabajo".

Julieta concluye "Nosotros no nos demoramos porque queremos, o no nos olvidamos porque somos boludos, sino que no nos da el cuerpo ni la cabeza para tanta gente, tantos malos tratos, tanta desorganización y egoísmo de nuestros superiores. Espero que mi historia llegue a muchas personas y sirva para que a los seres humanos que siguen trabajando ahí les pueda ir un poco mejor".

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