Ibatín antes de ser Ibatín y de la llegada de los españoles

Monteros significa cultura e historia ancestral dentro de la cronología de Tucumán. Ibatín, ubicada hoy dentro de la comuna de León Rouges, fue el punto de inicio de la historia colonial con la fundación de la primera capital de la provincia. ¿Pero qué ocurría antes de la llegada de los invasores?

Luego de un intenso trabajo de investigación, el célebre director de teatro de Tucumán, Carlo Rubén Ávila, se puso al frente de la obra "Ibatín: la conquista". La hisotria se remonta a 1560 y en una hora resume cultura, vestimenta, creencias, todo un acervo de conocimiento de los Diaguitas, pueblo que dominaba el territorio por ese entonces.

Con más de 70 actores en escena la obra da vida a la propia historia, los orígenes de nuestra tierra monteriza, que sin sus avatares, no sería lo que luego fue, ni lo que hoy es. La obra fue presentada en diciembre, con la participación de vecinos de Monteros y otros departamentos.

MONTERIZOS habló con Ávila, responsable de haber puesto en 9 escena un mundo de sonidos, hechos y aventuras en el Parque 28 de agosto. El lugar elegido no fue al azar "Después de recorrer las ruinas de Ibatín, el lugar elegido para hacer la obra fue el Parque 28 porque es muy parecido al primero" reveló Ávila.

Ibatín: La conquista

El espectáculo presenta los hechos ocurridos durante el dominio Diaguita. Con una capacidad de síntesis, pero sin perder detalles para la ambientación, el director junto a los más de 70 actores, y los encargados de escenografía, vestimenta, maquillaje, luz y sonido, permitió al espectador entrar en el año 1565.

"La hisotria fue pensada hace 10 años atrás. Luego de contar con el apoyo de la legislatura a través de Ruiz Olivares; en tres meses de mucho trabajo se logró concretar la presentación". La hisotria tomo vida en Monteros, donde merecía lucirse por primera vez. Pero los deseos del elenco no quedó ahí, prentede ser una obra que se pueda exponer año a año.

"Como la Pasión es una tradición en los valles, esta obra pretende y debería ser un clásico dentro de la cultura monteriza. Por contar su hisotria, por ser parte de la cultura y además porque fueron actores de Monteros y muchos vecinos que aportaron para su realización y que nunca hicieron teatro. Con mucho empeño se fue concretando la idea con dos horas de ensayo por día".