Adolescentes, deporte e inclusión
Un día de deporte y compañerismo se vivió ayer en la Escuela Especial de Monteros, en el marco de los Juegos Deportivos del Bicentenario.
Un proyecto de aptitudes físicas en donde la gran ganadora fue la inclusión. Los alumnos de la Escuela Especial recibieron a los estudiantes de la escuela Normal, Julio A. Roca y del colegio María de la Esperanza, de Santa Lucía.
Los Juegos Deportivos del Bicentenario es un proyecto impulsado por docentes de la institución anfitriona que tiene como objetivo la sociabilización de los adolescentes con grupos de su misma edad. Es la tercera experiencia y suma entusiasmo en los jóvenes en cada encuentro.
Los juegos están adecuados a las actividades que hacen cada uno en su institución. Sin embargo el atletismo tiene un valor especial "es una parte fundamental para el desarrollo de los adolescentes. A nuestros chicos quizás si le cuesta más la integración a otro deporte conjunto. Entonces el atletismo, como deporte individual, pueden superarlo y trabajarlo mejor" explica Carlos Daniel Morales, profesor promotor y encargado del proyecto.
La experiencia permite otorgar a los estudiantes la posibilidad de mostrar lo aprendido desde técnicas motrices "pero para hacerlo hay que pensarlo. El cuerpo y la mente están unidas. Siempre pensamos en la acción, pero para realizarla requerimos de un proceso cognitivo y es todo complejo y superador para nuestro alumnos" explica Morales, en alusión a lo que buscan como objetivo para los estudiantes de su institución.
Por su parte, el director del establecimiento educativo, Roberto Arancibia indicó a Monterizos sobre la jornada "Cuando realizamos actividades invitamos a otras instituciones para sumar experiencia, que siempre será enriquecedora para ambas partes. Esto que se realiza es un trabajo de integración que disfrutamos, tanto los alumnos, como los docentes".
Por último, fueron consultados los protagonistas de esta jornada deportiva. "Hicimos salto, carrera y nos encantó conocer a nuevos chicos y chicas" manifestó Camila Salcedo estudiante del colegio María de la Esperanza.
