Dos casos de abuso sexual a menores conmueven a La Trinidad
Una de las víctimas quedó embarazada y recién cuando dio a luz se animó a contar el ataque. En la otra causa, un hombre manoseó a una nena de cinco años, hija de una amiga. En la capital investigan otros dos casos.
En apenas 48 horas de esta semana Villa la Trinidad -una localidad de alrededor de 5.000 habitantes del sur de la provincia- se estremeció cuando dos mujeres denunciaron en la comisaría que sus hijas menores de edad habían sufrido abusos sexuales. El primer caso se dio a conocer el lunes a la noche. Según acusó una mujer de 29 años, su hija de cinco habría sido manoseada por un amigo de la familia al que estaban hospedando. El segundo se conoció miércoles, cuando una mujer de 35 años les dijo a los policías que su nieto, el hijo que había tenido su hija de 14, era fruto de una violación.
Tres meses después de dar a luz, una adolescente de 14 años le dijo a su madre que quería hablar con ella y le advirtió que no le había dicho antes lo que le estaba por decir porque la tenían amenazada.
A continuación relató que en septiembre había sido víctima de una violación y que, a raíz de este ataque, había quedado embarazada. Sin embargo, aún quedaba una revelación más. Entonces, la mujer se enteró de que el presunto abusador era el hombre con el que estaba en pareja desde 2010, el padrastro de la menor. La mujer no necesitó escuchar nada más y denunció ante la Policía a su pareja.
Este caso es el segundo que se conoce en menos de una semana sobre un abuso a una menor que quedó embarazada. El otro ocurrió en la capital tucumana, con una niña de 12 años. En este caso, los signos de alerta fueron advertidos en la escuela por el cambio de comportamiento de la alumna. La víctima, oriunda de la zona sur de la ciudad, luego les contó a sus padres que había sido víctima de una violación por parte de un tío. En la Maternidad confirmaron que tiene un embarazo de cinco meses de gestación. El hombre denunciado se encuentra prófugo.
El huésped
El primer caso denunciado en la Trinidad ocurrió el domingo. Un hombre de 45 años les pidió a amigos que le dieran un lugar para dormir, porque sus padres lo habían corrido de su casa. La furia se desató al otro día cuando la niña de cinco años le dijo a su madre que el visitante le había tocado los genitales. El hombre les juró que eso nunca había pasado. Sin embargo, luego les gritó que lo denunciaran “antes de que ocurriera algo peor” y se escapó. La nena fue revisada por un forense y su ropa fue secuestrada para analizarla. Cuando estén los resultados, la fiscalía de turno decidirá cuál será el próximo paso en esta causa.
Detenido
Fuentes judiciales informaron a LA GACETA que el miércoles los oficiales Cristian Peralta y Germán Peralta de la división Delitos contra las Personas -a cargo de comisarios Marcelo Sallas y Ricardo Villagra-, atraparon a un hombre de 51 años que se encuentra acusado de haber atacado sexualmente a dos menores, y que esta no sería su única causa por este delito.
“Ahora las víctimas se animan a denunciar más porque ven más protección y atención a esos casos. Están entendiendo que este tipo de hechos deben ser denunciados porque al ser de índole privada, uno no puede intervenir de oficio”, analizó el fiscal Washington Navarro Dávila. Su par, la fiscala Adriana Giannoni, se mostró alarmada porque en muchos casos la víctima tiene relación con su atacante. “Se denuncia alrededor de un abuso por día y los menores son los más perjudicados. Lo que es preocupante es que el 80% de los casos son intrafamiliares, es decir parientes de la víctima o allegados a su familia”.
CONSEJOS
Lo que hay que tener en cuenta para evitar que los menores sean víctimas de abusadores
El comisario Marcelo Sallas, a cargo de la división Delitos contra las Personas, aconsejó que “los padres deben tener un contacto permanente con los menores, deben saber dónde y con quién están siempre. Una buena idea es tener diálogo fluido con las docentes. Ellas pueden notar cosas que a la familia se le puede escapar. Es fundamental saber qué hacen los chicos en internet para evitar que sean engañados por algún pedófilo. Si parecen con un juguete o dinero que los padres no le dieron, hay que indagar de donde salió. No todos los menores reaccionan igual ante un ataque, pero suelen mostrarse evasivos y su conducta suele cambiar radicalmente”.
Fuente: La Gaceta