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20 Feb 2018

Un tucumano le peleó cáncer y cuenta lo que aprendió en su lucha

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005799415744El tucumano Edmundo David luchó durante 10 meses contra un cáncer en el tejido linfático. El joven de 21 años decidió contar lo que aprendió en durante este tiempo en su cuenta de Twitter. Recibió cientos de compartidas y mensajes de apoyo. Y estos son los puntos que Edmundo decidió destacar de su experiencia, según los detalló el diario Clarín.

1. "Sí, es un cagada. Sí, da miedo. Pero esquivar el tema sólo fomenta la desinformación".

2. "Informate. Escucha a tu médico. Especular te lleva siempre a pensar lo peor. Pregunta todo sin miedo, acá no hay dudas ni preguntas boludas".

3. No pierdas la cabeza. El 60% de la pelea es en el cuerpo y el otro 40% en la mente. La depresión puede ser peor que la propia enfermedad.

4. "Acostumbrate y naturaliza lo que te toco. Vas a tener que vivir con eso así que mejor tenerlo de amigo. Decilo en voz alta y sin miedo. Acéptalo como una etapa, por más que la etapa pueda ser el resto de tu vida."

5. "Reite de vez en cuando. Los chistes negros no son para cualquiera, pero a veces hacen bien. Reírte de la enfermedad te hace sentir que le podes ganar".

6. "El encierro y la soledad te hacen mierda. Hay canceres que te dejan internado y canceres con los que podes ir a trabajar. Yo estuve 2 meses sin salir de mi casa y el encierro fue de las peores cosas del trance".

7. "Distráete, ocupa la cabeza. Aprende un idioma o un instrumento, mira series, lee, cocina, lo que te sirva. En lo posible seguile el hilo a tu vida (trabajo, estudio) pero con conciencia y conociendo tus limitaciones. No te satures.

8. "A las cosas malas inevitables transformalas en peleas o batallas y que te hagan ganar. Esta puede parecer una boludez pero a mi me sirvió muchísimo. Yo apostaba con el enfermero cuantas veces iba a vomitar en una quimioterapia".

9. "Busca un baluarte, algo donde apoyarte cuando todo lo demás se caiga y quebres… porque vas a quebrar. Tarde o temprano todos quebramos. La reacción post-quiebre puede cambiar el rumbo de tu tratamiento, para bien o para mal".

10. "Si querés ayudar a alguien que tiene cáncer: acompáñalo. Sentirte solo puede ser peor que sentir que te estás muriendo. No lo asfixies, pero no lo sueltes. No le hagas sentir que se está muriendo, incluso si es así. Que sienta tu compromiso, pero que no se sienta presionado".

Diez meses de lucha

Edmundo llevaba la vida tranquila de un chico de 21 años en Yerba Buena: iba a la facultad donde estudiaba Ingeniería, salía con sus amigos y alentaba los fines de semana a Racing. Todo esto cambió cuando una prima le vio un bulto en el cuello. Se realizó los estudios y fue diagnosticado como un linfoma de Hodgkin."Me fui a hacer una biopsia para ver de qué se trataba. Me hicieron una cirugía, quedé en reposo sólo una noche y me dieron el alta", comentó el joven al diario porteño. Pese al alta, era cáncer y debía comenzar de inmediato la quimioterapia.

La noticia lo shockeó y tardó un par de días en asimilar el nuevo panorama. Una vez que decidió enfrentar la situación empezó a comunicarse con sus conocidos. Empezó por su primo, siguieron sus amigos y su pareja.

Al principio Edmundo quedó desorientado y tardó tres o cuatro días en asimilarlo, hasta que decidió que era hora de enfrentarlo. Al primero que llamó fue a su primo y después a sus amigos, a quienes se lo contó uno por uno en persona.

Desde hace un tiempo Edmundo estaba saliendo con Constanza "Coty" Gordillo, quien ahora es su novia. “Le propuse no seguir viéndonos porque no sabía que iba a pasar. No quiso saber nada y me bancó desde el primer el momento", recordó.

Tres semanas más tarde comenzó con la quimioterapia en Tucumán. Durante su tratamiento conoció una historia que lo inspiró: "En la sala de espera encontré a la madre de un conocido que tiene leucenia y no tenía cura. Ella iba a tratarse con su mejor sonrisa y admiré sus ganas de vivir".

En simultáneo empezó terapia con una psicóloga especialista en pacientes oncológicos. La mujer que lo escuchó durante meses logró ayudarlo, pero se apoyó en sus padres y hermanas.

En enero de este año Edmundo dejó la quimioterapia. Pudo retomar sus hábitos alimenticios, retomó la facultad y hasta juega al fútbol.  En marzo volverá a Buenos Aires para realizarse un análisis para saber si el tratamiento funcionó en su totalidad.

En caso de ser positivo, durante cuatro años deberá controlarse cada seis meses. "El médico me explicó que la palabra no es 'curarse' porque este tipo de cáncer a veces vuelve, sería como un 'alta médica'”, explica el joven.

Fuente: El Tucumano

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